miércoles, 24 de junio de 2009

Amaia Salamanca en Woman (Junio 2009)







El fin de semana pasado fue a Jerez, montada en su Triumph Street Triple, una moto que ya está pensando cambiar por otra (sonríe al dejar entrever que los vehículos de dos ruedas son una de sus perdiciones). A Amaia, lo mismo se la puede ver en una concentración motera, que jugando un partidillo de fútbol o echando una partida con la Nintendo DS. Sus aficiones, reconoce, «son poco femeninas; mis novios siempre me han dicho que soy algo ‘chicote’.» Un plus de complicidad que el sector masculino del país agradece y aplaude, al ensalzarla como una de las mujeres más atractivas del momento. Con las chicas tampoco se lleva mal: se ha convertido en una referencia estética de los photocalls –aunque ella asegure que no piensa demasiado sus estilismos, que se pone lo primero que pilla– y despierta envidia sana –curioso fenómeno– por haber sido la privilegiada amante (en la ficción) de El Duque, interpretado por el archideseado Miguel Ángel Silvestre, con quien mantiene una buena relación después de que el actor abandonara la serie ‘Sin tetas no hay paraíso’. Amaia acepta que tiene más afi nidad con los hombres, con quienes le es más fácil relacionarse. Al fin y al cabo, ha compartido toda su vida con su único hermano, siete años mayor que ella: «Nos hemos peleado mucho, pero cuando ambos superamos la edad del pavo, creamos un vínculo de amistad muy bonito. Yo le quiero mucho y él es protector conmigo.» Y su pandilla de amigos de toda la vida está compuesta, íntegramente, por chicos: «En el colegio y el instituto no he sido la típica guapa de la clase; más bien un poco macarrilla.» De hecho, es difícil imaginársela jugando con muñecas, sobre todo cuando explica que una de sus afi ciones en plena adolescencia era ir a la pista de atletismo y entrenar para competir en carreras de vallas y salto de altura. Por cierto, ganó con su equipo un Campeonato de España.

Con los pies en el suelo
A sus 23 años, la actriz madrileña tiene claro que, gracias a sus amigos y a su familia puede seguir llevando una vida normal: «Me alegra mantener a la gente que siempre me ha rodeado. Mi vida privada no ha cambiado. Recuerdo con especial cariño la llegada de las vacaciones, cuando me trasladaba con los míos al País Vasco, a casa de mis abuelos, para pasar el verano. Ahora ya no puedo ir con tanta frecuencia, pero hay citas ineludibles a lo largo del año. Por otro lado, mis amigos no han visto nunca ‘Sin tetas no hay paraíso’: eso demuestra que en nuestra amistad no hay intereses por la fama que yo pueda tener; ellos no están conmigo porque me dedique a esto, no están pendientes de este mundillo... Quieren a la Amaia Salamanca que conocen desde hace tiempo.» ¿Y cómo es ella, al natural? «Soy una persona liberal y alegre. Me encanta hacer el payaso y reírme. No hay quien me calle y digo las verdades a la cara. Aunque reconozco que, quizás ahora, soy más precavida a la hora de comportarme de cierta manera en público: nunca sabes cuándo, en cualquier esquina, aparecerá alguien que te haga una foto...» Los paparazzi la traen especialmente de cabeza, porque son los únicos que han conseguido desestabilizar su vida diaria (ni siquiera el éxito, los horarios maratonianos de las grabaciones ni sus compromisos sociales han podido con ella): «No sabes lo que vale el anonimato hasta que lo pierdes. Me siento muy presionada al saber que la prensa del corazón se interesa por mi intimidad. Sobre todo, porque se dicen cosas de ti que no puedes aclarar ni te puedes defender. Y se da una imagen que no es real».La realidad es que Amaia quiere que la reconozcan por su trabajo y, en un futuro, desearía montar su propia familia: «Creo que si dos personas se quieren, da igual que estén o no casadas. Para mí, el matrimonio no es tan importante como el tener hijos. Me encantaría ser madre joven. Mi madre me tuvo con 27 años y ahora, que mi hermano y yo ya somos mayores,tiene un montón planes con mi padre. Me parece genial cuando los fines de semana se escapan por carretera los dos juntos con su Harley.»

El futuro que le espera

La popularidad que le ha dado su personaje de Catalina en ‘Sin tetas no hay paraíso’ (que estrena nueva temporada en septiembre), le ha permitido rodar su primera película ‘Fuga de cerebros.’ No suele leer las críticas, pero si algo le fastidia es que se piense que solo le dan trabajo por su apariencia física: «Como me dijo el director de este largo, Fernando González Molina, yo no soy una actriz que hace papeles de guapa, sino una actriz guapa capaz de interpretar todo tipo de papeles. Charlize Theron, a quien admiro, ha dicho que le parecería muy triste que, a lo largo de su carrera, solo le dieran un Oscar por ‘Monster’, en la que la afearon para el papel. Y, ¿qué hay de Brad Pitt? ¿Es mal actor por ser guapo?» Al parecer, su belleza no es impedimento para que productores y directores confíen en ella para protagonizar sus proyectos. Tiene pendientes de estreno el corto ‘Enarmonía,’ de David R. Losada y la tv movie ‘No estás sola’ (TVE), en la que da vida a una chica joven que sufre malos tratos. Y apunta: en noviembre, vivirá su primera experiencia teatral con ‘La marquesa de O’, dirigida por Magüi Mira, en el Teatro Bellas Artes de Madrid.


Mírala a los ojos
-Escucha todo tipo de música. Le encanta Dover.
-Le gustan los libros y las series de intriga y crimen, como ‘CSI’ o ‘Dexter’.
-Si la invitas a cenar, apuesta por la comida oriental. ¿Su restaurante favorito? Le Dragon (Gil de Santibáñez, 6. Madrid).
-Para su cumpleaños prefiere que le regales «tecnología antes que diamantes». Acaba de comprarse una BlackBerry.
-¿Su perfume? Light Blue, de Dolce&Gabbana.
-¿Otro plan de futuro? Acabar Administración de Empresas y Derecho, las carreras que ha empezado.

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